Hace poco estuve por Santiago y pude disfrutar caminando por su centro patrimonial. Varias de sus calles son netamente peatonales, el ingreso de automóviles está controlado y esto permite que uno pueda recorrer y apreciar la ciudad tranquilamente. El trabajo de devolverle la ciudad al peatón, que el programa de recuperación de espacios públicos en Chile ha implementado junto a la concientización de funcionarios y la participación ciudadana, se nota.
Leo que se acaba de inaugurar el ‘Paseo Bandera’ en el mismo centro de Santiago. Tres cuadras que estaban cerradas al automóvil desde hace algunos años han sido intervenidas y abiertas completamente para el ciudadano. Lo interesante de esta propuesta de recuperación es la visión que se quiere lograr con ella. Cada cuadra representa una propuesta distinta de acorde al contexto y uso inmediato: la primera cuadra está destinada a la interacción ciudadana y para ello se han instalado graderías, mesas altas de paso y bancas, la segunda lleva como objetivo la sustentablidad (paseo sustentable) y por ello se han instalado bicicleteros, maceteros, árboles, bancas junto a una intervención artística que se ilumina de noche con energía fotovoltaica; y finalmente la tercera cuadra tienen la misión de «rescatar el patrimonio», dada su cercanía al ‘Museo Chileno de Arte Precolombino’ ha sido destinada para exposiciones al aire libre con módulos de contemplación y descanso. Cada una de estas propuestas están unidas por la pintura del piso que tiene un diseño específico para cada tramo. El centro patrimonial de Chile es un lugar de arquitectura bastante gris y estas intervenciones coloridas logran un contraste estético muy atractivo e interesante (mencioné lo mismo cuando comenté el mural del italiano Millo en una de las calles de Santiago durante el ‘Festival Hecho en Casa’). La intervención aporta mucho a la ciudad.
El ‘urbanismo táctico’ -la intervención de espacios sub utilizados con presupuesto reducido y con participación de distintos sectores ciudadanos- no es algo inalcanzable o impensable. No es urbanismo de primer mundo o sólo aplicable a ‘otras realidades’. Al contrario, es sencillo, simple y económico. Acá tenemos los mismos obstáculos con nuestras calles y espacios públicos pero la usurpación o abandono de estos nos es tan natural que ya no los vemos. Para devolverles la ciudad a las personas necesitamos visibilizar estos problemas, repensar nuestras estrategias de planificación e intervención, mucha voluntad y sobre todo, bastante sentido común.
Fotos: Archdaily
Autor: David Gutierrez | Arquitecto
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